Marcela Cocina y te alegra la mesa

En un canal de YouTube, Marcela Marín, una jubilada cordobesa, enseña recetas fáciles y ricas con singular éxito.

¿Cómo hago la tarta Banoffee que apareció hace algunos días en el programa Bake Off? ¿Qué necesito para armar las galletitas de caramelo de la serie El Juego del Calamar de Netflix?

Estas preguntas ahora tienen respuestas rápidas y directas. Y con tonada cordobesa. Además, no hay que contactar con el pastelero estrella de la televisión porteña, Damián Betular, o con otros cocineros del salón de la fama.

Esta vez las recetas llegan a través del canal de YouTube de Marcela Cocina. Detrás de esta cuenta que en menos de un año cosechó más de 13 mil seguidores, se encuentra la cordobesa Marcela Marín (58).

Marcela es una jubilada que volvió de un viaje familiar en plena pandemia, el 27 de marzo del año pasado. Junto a su hijo, Agustín Ataide (28), decidieron abrir una cuenta para “pasar el tiempo” que durase el confinamiento obligatorio.

Esa idea, que iba a tener un tiempo de duración acotada, aún sigue en vigencia. Y cada vez gana más espacio en las redes sociales.

Agustín se ocupa de la realización audiovisual y Marcela de hacer lo que sus hijos siempre le pidieron: grabarse mientras cocina.

“Siempre cocinó muy bien. Cada vez que nos juntábamos a compartir un almuerzo o una cena, alguien pedía la receta. Entonces la idea de grabarla a ella en videos empezó como una forma de reconocer su sobrada capacidad en la cocina”, aportó Agustín.

“Mi hija María Belén, Agus y Eduardo, mi marido, me alentaron y me convencieron. Yo cocino, Agus hace todo lo demás y mi marido está encargado de las compras y es el probador oficial”, relató, entre risas, la cocinera.

Marcela reconoció que, sin ser chef, pasó buena parte de su vida al lado de su padre. Él atendió distintos comercios ligados a la cocina, como una rotisería y una fábrica de pastas. Durante esos días que la protagonista de esta historia pasó al calor de las hornallas, fue creciendo el interés por el arte culinario. “Me gusta cocinar. Lo hago desde mis días como trabajadora de un banco. Llegaba a casa, sin importar la hora, y me ponía a preparar algo”, recordó la jubilada youtuber.

Su canal tiene visitas diarias que superan las expectativas del principio. “Cuando empezamos los videos eran más rudimentarios. Con el tiempo, y dado el gran interés que mostraba la audiencia, fuimos perfeccionando todo”, comentó Agustín, que también investigó y se adentró en el mundo de la edición audiovisual.

En redes

La experiencia cuando uno ingresa a Marcela Cocina es grata. Con una reconocible tonada local, la cocinera conduce videos explicativos de corta duración y otros que abordan el total del procedimiento para una preparación.

Habla poco. Muestra el paso a paso. Y le suman un desafío: “que las recetas se puedan hacer con lo que haya en la alacena”.

“Buscamos que la gente vea que la cocina es algo simple. Ninguna de las recetas que publicamos tiene grandes complejidades. Además, no queremos que la audiencia se tenga que ir de gira por el supermercado: que abra la heladera y listo”, subrayó la chef amateur.

Por otra parte, el contenido audiovisual tiene una calidad óptima. Sin que se deje de notar que se trata de videos caseros, las ediciones contienen fotos de los productos, filmaciones sobre el paso a paso, audios claros y melodías funcionales.

“Las mejorías se fueron haciendo en base a la experiencia que fuimos ganando. Además, la audiencia también nos fue marcando algunos caminos. Y contamos con nuestro ojo crítico para ver qué se puede seguir puliendo”, sostuvo Agustín.

Tal vez allí esté la clave de la gran aceptación que tuvo el canal entre el público. Lo extraño, sin embargo, es que el tráfico de seguidores incluya a no pocos de países extranjeros y de ciudades argentinas fuera de Córdoba. El público local ya ni es mayoría.

“Nos mandan mensajes de todo el mundo. Desde Japón hasta Australia, pasando por Barcelona, Buenos Aires, Rosario. En Córdoba aún no tenemos tantos seguidores. Y la verdad es que los productos son locales”, comentó Marcela.

Lo más visto

“Hay videos que tienen más de 320 mil vistas. Por ejemplo, el del calabacín relleno. Y, además, la gente le dejó 290 comentarios”, celebró Agustín.

¿Tienen alguna fórmula para lograr estas mediciones? Lo cierto es que, para el ejemplo del video del calabacín, el único secreto que parece visible es la tentación por lograr una buena preparación.

Marcela va guiando, a través de este video, con instrucciones precisas. El paso a paso no supera los 10 minutos de duración. Y da lo que ofrece: un buen resultado final a la vista.

“También ofrecemos recetas que puedan ser atractivas, como las preparaciones que aparecen en las series más vistas. Pero la clave está en el interés de la gente”, marcó Agustín, que también se encarga de la estrategia de captación de audiencia.

Hacia adelante el desafío está puesto en la diversificación. Fue por eso que meses atrás inauguraron cuentas en TikTok, Pinterest y otras redes sociales.

Buscamos que la gente vea que la cocina es algo simple. Ninguna receta que hacemos tiene grandes complejidades.

Marcela Marín

Cocinera amateur