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Villa Allende, en vilo por la salud de su intendente, “el Gato” Romero

CRISIS INSTITUCIONAL. El exgolfista realiza un tratamiento ambulatorio. Oficialmente se asegura que está en condiciones de gobernar.

La ciudad de Villa Allende atraviesa un estado de zozobra a raíz de la enfermedad que afecta a su intendente, Eduardo “el Gato” Romero, quien conduce la Municipalidad desde 2015 y a fines de diciembre hizo públicos sus problemas de salud. Aunque no se encuentra de licencia, tampoco puede ejercer normalmente su función.

El secretario de Gobierno de Villa Allende, Nicolás García, aseguró que Romero se encuentra con un tratamiento ambulatorio, con intenciones de volver a sus funciones en la comuna desde la próxima semana; por lo que considera que “no hay ninguna situación que complique el desarrollo normal de la gestión”.

No es la opinión que tienen otros miembros del gabinete municipal.

Romero, de 67 años, está casado con Adriana García desde 1978. De origen humilde, se volvió golfista profesional a los 29 años y alcanzó a ocupar el puesto 19 en la clasificación mundial de la actividad. En 2015 se incorporó al PRO, en el marco de la estrategia de Mauricio Macri de sumar a personalidades del deporte y del espectáculo, y el 26 de julio de ese año fue electo intendente de su ciudad. De los festejos participó el propio Macri. Fue reelegido en abril de 2019, en una elección anticipada a la provincial.

Un “outsider” de la política

El 28 de diciembre pasado Romero publicó una carta en la que dijo que atravesaba desde hacía varios meses una enfermedad: “Son muchas horas dedicadas a mi salud, pero no pienso aflojar, como tampoco pienso aflojar en mi compromiso con todos ustedes, con mi ciudad. Seguiré trabajando junto a mi equipo para tomar las mejores decisiones por el bien de ustedes, mis vecinos. Sepan que sigo estando, que estoy más presente que nunca y que mi compromiso con Villa Allende permanece intacto”, escribió.

Días antes, García había dicho que el padecimiento no era “grave”, pero ahora admitió que se trata de una enfermedad que requiere un tratamiento prolongado. “Después de tener coronavirus (en agosto), quedó frágil de salud, pero no es nada grave”, habían sido las declaraciones del secretario de Gobierno en diciembre a El Doce. “Creemos que el lunes estará trabajando. Pese al tratamiento, jamás se vio impedido de firmar los actos administrativos”, dijo este viernes García al ser consultado por La Voz.

Pese a que el propio Romero dijo que le demanda muchas horas atender su enfermedad, García rechazó que el jefe comunal vaya a pedir licencia en los próximos días para concentrarse en su recuperación. En los últimos meses, Romero no tomó licencia, pese al tratamiento que realiza.

Por Carta Orgánica, Villa Allende no tiene viceintendente, por lo que cualquier reemplazo queda a cargo de la titular del Concejo Deliberante, Teresa Riu-Cazaux de Vélez, una dirigente social que llegó al PRO desde el G25, la organización vinculada esa fuerza política, que apuntaba a convocar empresarios y lanzarlos a la política.

Interna expuesta

La interna en el seno del oficialismo de Villa Allende es expuesta. Al margen de las cuestiones funcionales, en lo político los socios locales de Juntos por el Cambio replican con capítulos propios el desorden que la coalición tiene a nivel provincial: la desconfianza es cruzada.

“Falta equilibrio interno en el gobierno y hay reproches por el funcionamiento. En los últimos años nueve miembros del gabinete renunciaron; la mesa chica es cada vez más chica. Hace un año que no hay reuniones de gabinete”, afirmó una fuente consultada.

La preocupación por el funcionamiento institucional de Villa Allende es lógica: se trata de una ciudad clave en Colón, el segundo departamento provincial. Villa Allende alberga 15 barrios cerrados de los 32 que tiene en su ejido Colón. El 30 por ciento del electorado de la ciudad vive en algún country, con poco contacto con el resto de la localidad. Una verdadera ciudad dormitorio con un presupuesto de casi 1.700 millones de pesos. En las elecciones de noviembre, Juntos por el Cambio obtuvo el 59 por ciento de los votos y le sacó 40 puntos a Hacemos por Córdoba.

En todos sus años como intendente, Romero tuvo como su mano derecha a Nicolás García, quien además de Gobierno se encarga de la acción social. Desde esas funciones creó músculo para intentar sucederlo en 2023, cuando Romero no podría ser re-reelecto de acuerdo con la carta orgánica local. García espera ese espaldarazo.

Sin embargo, la figura de la “mano derecha” de “el Gato” genera reparos y cuestionamientos en distintos sectores de la coalición que gobierna Villa Allende, pero particularmente en el PRO “puro”.

Política

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2022-01-22T08:00:00.0000000Z

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