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Para Salud, las medidas fueron menos acatadas de lo esperado.

ENTREVISTA. “No son un capricho, se busca salvar vidas”, dijo la secretaria de Salud provincial, quien advirtió que es vital bajar los casos porque el sistema de salud está estresado y no es infinito.

Lucas Viano lviano@lavozdelinterior.com.ar

Recién el lunes se cumplirá una semana de las restricciones dispuestas por el Gobierno de Córdoba para frenar la pandemia y Gabriela Barbás, secretaria de Promoción y Prevención de la Salud, cree que es apresurado evaluar el efecto sanitario de estas medidas.

Sin embargo, entiende que el acatamiento no fue el esperado, en especial en la Capital. También sostiene que deberían adelantarse las vacaciones de invierno.

–¿Cómo evalúan las restricciones que se implementaron esta semana en Córdoba?

–Todavía es apresurado saber el impacto que tuvieron las medidas en la provincia. Recién la semana próxima se podrá hacer una evaluación. Seguimos con una incidencia alta y con una ocupación de camas del 85 por ciento.

–¿El acatamiento fue el que esperaban?

–Hay menos circulación de personas a la noche, pero en determinadas localidades no ha habido mucho acatamiento. En la Capital se observa mucha circulación de personas durante el día. Hay localidades en las que se podría controlar mejor. Es inconcebible que las personas se sigan juntando cuando se está viendo la grave situación que estamos atravesando. No es un capricho del Gobierno. Las medidas sanitarias se toman para salvar vidas, todos sabemos que a nadie le gusta tener el negocio cerrado o trabajando parcialmente, pero estamos tratando de salvar vidas. Las medidas las tomamos en un momento extremo, haciendo equilibrio entre salvar vidas y mantener actividades económicas abiertas.

–¿Qué puede decirles a los comerciantes que reclaman volver a abrir sus negocios y que creen injusto que otros rubros puedan abrir?

–Desde el inicio fuimos claros por qué se definieron algunas restricciones. Córdoba trató de transitar en el fino equilibrio de continuar con la actividad económica en un contexto de pandemia. Pero cuando los indicadores nos marcan que estamos en alto riesgo, hay que restringir al máximo la circulación de las personas, sobre todo en lugares de máxima exposición. Y hay que sostenerlo por 14 días que es el período de incubación para tener un impacto en un contexto con una incidencia de más de mil casos cada 100 mil habitantes. Hay que bajar la cantidad de casos y para eso hay que bajar la circulación de personas.

–¿Están analizando tomar medidas aún más estrictas?

–Vamos a continuar con las mismas restricciones que están vigentes hasta la semana que viene. Luego se evaluará la situación sanitaria para determinar cómo se continúa. Seguimos con riesgo alto en la mayoría de los departamentos y en alerta sanitaria en la Capital.

–¿Cuál es la situación en la ocupación de camas críticas a nivel departamental?

–A nivel global el sistema está estresado. Todos los corredores tienen una alta ocupación, ninguno tiene menos del 80 por ciento. El interior fue donde primero comenzaron a aumentar los casos por lo que quizás atravesaron el pico de internaciones.

Pero no podemos estar tranquilos en ningún departamento. La situación es crítica y el sistema de salud está estresado y no es infinito. Necesitamos bajar la cantidad de casos.

–¿Cree que sería necesario adelantar las vacaciones de invierno?

–Es una decisión que no depende del Ministerio de Salud y desconozco qué se resolverá. Pero sería conveniente adelantar las vacaciones de invierno y que se estiren un poco más que dos semanas. Las que vienen son históricamente las semanas epidemiológicas más complicadas para enfermedades respiratorias. Las clases

se pueden recuperar a fin de año.

–¿Qué les pediría a los cordobeses?

–Lo primero es que acaten las restricciones y no circulen ni se reúnan si no es necesario. Pero también que no subestimen los síntomas, en especial, los jóvenes que piensan que no les va a pasar nada. Estamos viendo situaciones graves y atípicas. Las variantes de preocupación son las principales que están circulando. En la primera ola cuidamos a nuestros abuelos, ahora tenemos que cuidarnos a nosotros y a nuestros niños, para que nuestros hijos no se queden solos por el resto de la vida. No hay que subestimar los síntomas y testearse cuando apenas aparecen. Aislarse y tener la responsabilidad de avisar a los contactos con los que se reunieron en las últimas 48 horas. Tampoco hay que esperar a sentirse mal para ir al médico.

–¿Qué pasa con las personas vacunadas?

–Se está avanzando mucho con la vacunación en personas jóvenes. Pero no deben pensar que si recibieron la vacuna ya ganaron. Estar vacunados no nos habilita a hacer “el asado de los vacunados”. Hasta que no logremos inmunizar a más del 70 por ciento de las personas, nos vamos a tener que seguir cuidando. Nos podemos infectar y morir aunque estemos vacunados.

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2021-06-13T07:00:00.0000000Z

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