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Incentivo a consumir más: una consecuencia directa de la suba del subsidio

En el 2013, un trabajo realizado por el gerente de distribución del Enargas de entonces, Salvador Gil, y por Roberto Prieto, de la Universidad Nacional de San Martín, presentado en el Encuentro Latinoamericano de Uso Racional y Eficiente de la Energía, analizaba qué acciones tomar para promover un uso más eficiente del gas.

Los usuarios residenciales en el país, junto a los comerciales, consumen el 22% del gas total del país, aunque en el invierno la demanda trepa al 60%. El trabajo, muy técnico, analiza el comportamiento de los usuarios de la Patagonia en relación a los del centro-norte del país y los de Bahía Blanca, que no tienen el subsidio.

Se toma un consumo base de 2m3 diarios (para cocción y baño) y se aplica la fórmula DGD_d (deficiencia grado día diario), que se refiere a la diferencia entre la temperatura exterior y los 18° que se fijan como “temperatura de confort”.

Lo curioso que evidenció ese trabajo es que en el sur, el consumo duplica a los usuarios del resto del país teniendo en cuenta la misma temperatura a cubrir, es decir, la “diferencia” entre el exterior y los 18° como ideales que hay que calefaccionar. Como se ve en el gráfico, en Bahía Blanca (donde se registra más frío que en el centro del país) el consumo ronda los 9m3 diarios frente a los 17m3 del sur. Incluso los usuarios de la Patagonia, a iguales temperaturas, consumen de dos a tres veces más que los de Noruega, Alemania, Francia, Inglaterra y Suecia. El trabajo recopilaba datos de los últimos 20 años.

Dividida la población en cuatro, de acuerdo a sus ingresos, el quartil más “más pobre” consume el 13% del gas residencial, mientras que el cuarto “más rico” se lleva el 42% del gas, lo que revela que quien puede pagarlo, no se cuida en el consumo del servicio.

En ese trabajo se proponía mantener el subsidio sólo al cuartil de menos ingresos para incentivar al de más ingresos a aplicar medidas de eficiencia térmica en las viviendas y a cuidar el consumo, ya que se concluía que el subsidio generara hábitos “poco eficientes e inequitativos”. “Es necesario promover medidas que tiendan a generar conductas que promuevan un uso más eficiente del gas y de la energía en todo el país, pero particularmente en el sur”, indicaba el trabajo.

La inclusión de más de tres millones de usuarios en los beneficios de la “zona fría” sin considerar el nivel de ingresos ni de consumo, va en la dirección opuesta a la que se proponía en ese trabajo.

Política

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2021-06-13T07:00:00.0000000Z

2021-06-13T07:00:00.0000000Z

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