Reapertura del turismo le puso un freno al “boom” de las piletas

CONSUMO. Después de una temporada récord, la flexibilización de restricciones hizo decrecer el interés por instalar una piscina en la casa.

Malena vive con sus dos hijas en un dúplex de barrio Nuevo Poeta Lugones. Hace un tiempo que viene soñando con tener una pileta en su casa. El verano pasado no ahorró lo suficiente para construir una y tuvo que conformarse con escapadas al río o el aire acondicionado.

Al comenzar este 2021 se juró que no iba a pasar otro verano en su casa sin una piscina. Sin embargo, un mes atrás, optó por destinar sus ahorros a unas vacaciones en la playa. La pileta quedará para otro momento.

La decisión de Malena se ha repetido en muchos cordobeses que desistieron de instalar una piscina en su casa en pos de irse de vacaciones.

“Con respecto al año pasado, la demanda cayó un 40 por ciento. Lo que sucedió en 2020 fue algo extraordinario, incluso hubo faltante de materiales. Estuvimos cerca del récord. Nosotros tuvimos 130 obras en un plazo muy corto”, explicó Franco, de la firma Milanesio, que vende piletas de hormigón armado o placas.

El furor de las piletas, contó Franco, hizo que se construyeran piletas en casas de barrio General Paz o Alta Córdoba “porque la gente quería tener su pileta, aunque se quedaran sin patio”.

La flexibilización de las restricciones de la pandemia y el año electoral conspiraron, según afirmaron desde el sector, para igualar el “boom” que se vivió en 2020. Pese a ello, las ventas vienen al ritmo de 2019, que fue un año muy positivo, afirmaron.

Precios

Una pileta de un tamaño promedio, de seis por tres metros, de hormigón, oscila entre los 700 mil y el 1,2 millón de pesos. Vale apuntar que incluye la vereda de losetas y el motor para filtrar, desagotar y limpiar el agua.

Aumento del 50%. El costo de construir una pileta de hormigón armado aumentó por lo menos un 50% con respecto al año pasado. Una de tamaño estándar, que estaba en $ 350 mil, este año arranca en $ 700 mil. Y de allí, para arriba.

Los precios han subido un 50 por ciento respecto del año pasado, según comentaron distintos protagonistas del rubro.

Otra diferencia respecto a 2020 es que este año los pedidos han comenzado más tarde. “Se está volviendo a la época habitual de trabajo. El año pasado, en pleno encierro y con una expectativa muy baja de salir de la cuarentena, se arrancó prácticamente en junio”, comentó Mauro, un constructor de piletas de hormigón de la zona noroeste de Córdoba

“Hay menos laburo que el año pasado, que fue una cosa de locos. Tuvimos que contratar varias cuadrillas porque nos salían tres y hasta cuatro obras al mismo tiempo. Se laburaba mucho más rápido que este año. Ahora es otro ritmo”, agregó.

“Los precios de los insumos se fueron a más del doble que el año pasado, pero uno no puede cobrar eso porque se queda sin laburo”, sumó Hugo, otro constructor particular, quien destacó que en su caso la demanda cayó un 50 por ciento con respecto a 2020.

Opciones

Mientras que la construcción de una pileta de hormigón lleva entre dos y tres semanas (según el tamaño y los accesorios), las de fibra de vidrio tienen la ventaja de que se colocan en unos pocos días.

“En cuatro días tenés lista la pileta.

Una de hormigón te lleva no menos de 15 días con una cuadrilla. Ese mismo grupo de trabajo puede hacer dos o tres piletas por semana”, expresó, Ezequiel Vélez, de la firma Hidropool.

Con respecto al furor que fueron las piletas en el año de la pandemia, sostuvo: “Con respecto a 2020, la demanda bajó. El año pasado hubo un pico muy alto porque la gente que jamás había pensado en tener pileta en su casa la quería aunque su jardín fuera chico”, agregó.

“En 2020 tuvimos una alta demanda, pero había bajado la provisión de materiales. Los proveedores no pudieron producir durante la cuarentena. Hubo mucha demanda y poca oferta. En cambio este año es al revés, si bien se sostiene la demanda, hay más disponibilidad de mercadería”, cerró.

Atadas al dólar

La materia prima de las piletas de fibra de vidrio es importada por lo que su costo está atado al dólar. Una de medida estándar (seis por tres metros) tiene un precio que va de los 400 mil a los 550 mil pesos, monto que incluye materiales y mano de obra. Hay tamaños más pequeños, de tres por dos metros y 90 centímetros de profundidad, en 250 mil pesos.

Existen equipos para calentar el agua y lograr una temperatura cercana a los 30 grados. Se trata de calentadores solares, un implemento que permite aumentar la temperatura del agua en dos o tres horas en el mismo proceso de filtrado. Para una pileta promedio, el valor del equipo puede rondar los 135 mil pesos

Aquellos que no tengan tanto espacio en su casa, o que por cuestiones económicas prefieran una pileta de lona, hay decenas de opciones y precios. Las de lona inflable arrancan en seis mil pesos. Y las piletas estructurales con capacidad de 10 mil litros tienen valores que rondan los 250 mil pesos.