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El “nuevo porno” en clave feminista abre otros debates

TENDENCIAS. Propone una mayor diversidad de género, mejores tramas y diferentes relatos. El consentimiento como uno de los ejes centrales. ¿Es posible producir otro cine para adultos?

Augusto Laros y Belén Pretto ciudadanos@lavozdelinterior.com.ar

La directora y guionista de cine independiente para adultos Erika Lust es una de las exponentes de lo que podría denominarse el “nuevo porno”, que en rigor tiene más de dos décadas en el mundo, aunque todavía está poco explorado, al menos en Argentina. Sus películas, a diferencia del porno tradicional, incluyen diversidad de género, cuerpos y etnias.

Además, es un cine en el que se cuentan historias. Pero, sobre todo, se trata de un contenido pensado también para el placer femenino, y no sólo para el goce masculino. Aquí radica una de las claves en esta nueva manera de mirar la industria pornográfica.

Lust, quien filmó cientos de cortos y largometrajes, y lleva varios premios conquistados, ha dicho en distintas notas periodísticas que en sus películas busca representar el placer de mujeres, de hombres y de cualquier identidad no binaria, sin discriminar ni estereotipar.

En sus trabajos, el “consentimiento” es clave. Por eso no se filman escenas que actores y actrices no quieran. Y ha expresado que en sus películas se propone mostrar un mundo de personas “normales”. Según asegura, su cine es sobre intimidad y relaciones. Y plantea que el porno tradicional es sobre penetraciones y eyaculaciones.

Desde hace varios años sus producciones están teniendo una fuerte presencia en Argentina. Por eso, Lust abrió una cuenta de Twitter exclusiva para el público de nuestro país, a sabiendas de que es uno en los que hay más mujeres viendo porno a nivel mundial.

Además, para que se adapten al bolsillo local sus películas tienen precios exclusivos para Argentina.

Para ella, es “el momento” de traer otro nivel de conciencia al consumo del cine para adultos. Su propuesta abre la pregunta sobre si es o no posible consumir otro tipo de pornografía en el mundo.

Pornografía sexista

Para la psicoterapeuta, sexóloga clínica y terapeuta de pareja Fabiana Carballo, el porno fue creado para satisfacer al varón desde un lugar sexista, donde se coloca a la mujer como objeto de deseo del hombre. “El feminismo viene a darle una vuelta a esto y a plantear que las mujeres también somos deseantes y nos gusta la pornografía”, dice.

Sobre la nueva manera de filmar, aclara que no tiene por qué ser romántica y suave. “También puede ser dura”, señala. Y apunta que Lust, por caso, también lo piensa desde el gusto de las mujeres. “Por eso en sus películas aparecen la sensualidad y el cortejo, que en el porno tradicional no existe”, afirma.

En el nuevo cine –afirma la cordobesa Carballo– hay un componente más diverso, que pone en evidencia lo multifactorial del ser humano para excitarse. Según señala, un uso adecuado del porno podría permitirnos descubrir qué nos gusta de todo eso que vemos.

El porno ético –apunta la sexóloga– propone vender algo medianamente creíble y con consentimiento motivador, para favorecer el disfrute. “Abre nuevas propuestas al público y a los trabajadores. Aquí se plantea también el tema de los derechos laborales”, menciona.

No obstante, Carballo señala la necesidad de que se empiece a asociar el cine porno con el uso del preservativo. “El cine responsable debería reparar en esto, teniendo en cuenta que el consumo, al menos en los varones, comienza a los 11 años. Podría ser educativo, sin dejar de ser erótico”, propone.

El porno machista es aburrido

Carballo define al porno tradicional como estructurado, rígido y machista. “Si lo miramos bien, nos vamos a dar cuenta de que también es aburrido”, señala.

Además, asegura que propone un modelo difícil de llevar a la práctica y que esto podría ocasionar frustraciones en el plano personal. Para la sexóloga, ese porno sortea el deseo y vende excitación directamente. Un dato curioso que aporta Carballo es que solemos pasarnos más tiempo buscando pornografía que viéndola.

Pese a las críticas, para la especialista el nuevo porno no desplazará al tradicional, sino que convivirán. “Todavía no sabemos buscar el porno ético y responsable. En la web hay barbaridades, como pedofilia; y si están, es porque se consumen”, advierte la psicoterapeuta cordobesa.

Y todo –dice– en un contexto donde está creciendo el consumo de pornografía en mujeres, aunque sigan siendo los varones los mayores consumidores.

Según apunta Carballo, y sobre la base de estadísticas mundiales, entre el 50 y el 90 por ciento de los varones consumen porno; y en las mujeres, entre un 30 y un 86 por ciento.

Otras búsquedas

Carballo, con más de 15 años en el consultorio, señala que en los últimos tiempos algunos de sus pacientes empezaron a buscar otro tipo de pornografía. Y propone trabajar más en la sensualidad y en el cortejo antes que aparezca lo coital.

“Las mujeres y también los hombres van demandando otras cosas. Muchos se han aburrido de la penetración como lo central. Al varón también le gustan las caricias y el cortejo. Esto también es parte de la sexualidad. Hay que correrse de la idea de ‘la previa’ como paso para que aparezca ‘lo más importante’”, señala la psicóloga.

“El encuentro y la conexión que se pueden lograr con el otro es lo más importante”, finaliza.

Ciudadanos

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2021-12-06T08:00:00.0000000Z

2021-12-06T08:00:00.0000000Z

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