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Urge limitar el ruido nocturno

La organización “Basta de ruido, Córdoba” sigue creciendo. En principio, había nucleado a residentes de seis barrios. En un par de semanas, ya son nueve.

En su mayoría, son barrios alejados de la zona céntrica, asociados a una vida tranquila. Pero la actividad nocturna se ha esparcido demasiado en la trama urbana y tras el levantamiento de las restricciones que impuso la pandemia una vieja situación irresuelta se ha agravado.

La semana pasada, representantes de la organización visitaron nuestra redacción y elaboraron el “mapa del ruido” de la ciudad de Córdoba, marcando los distintos sitios donde, aseguran, las paredes retumban por el volumen de la música. En no pocos casos mencionan lugares inaugurados recientemente o que han ampliado la cantidad de público que reciben, llevando parte de sus actividades al exterior de los locales.

Hay bares, boliches y comercios, según los testimonios, que sostienen la intensidad del ruido hasta las 5 de la mañana. Y muchos lo hacen en patios y terrazas, por lo que el sonido que emiten se vuelve incontrolable.

Por lo general, en unas pocas cuadras se concentran muchos locales afines. Así, la contaminación sonora no tiene un origen particular sino diversas fuentes que actúan de manera conjunta sobre un radio pequeño. En unas pocas cuadras de barrio Güemes, por ejemplo, se pueden contabilizar más de 15 sitios demasiado “sonoros”.

También señalan que, además del ruido de bares y boliches, los afecta el vandalismo de la gente a la salida, con autos que se aceleran, peleas, gritos y vidrios que se rompen.

Incluso, quienes viven en el Cerro de las Rosas sospechan que el barrio se ha convertido en un nuevo centro del narcomenudeo, con autos que deambulan a cualquier hora y sin ningún tipo de control, al punto de que no respetan el sentido de las calles.

La Municipalidad se defiende con la implementación de la llamada “mesa del ruido” para encontrar una solución a las quejas y afirma que ha procedido a clausurar varios negocios. Pero los vecinos replican con los innumerables reclamos que han presentado a través de la plataforma Vecino Digital, con denuncias concretas, y que hasta la fecha no han sido atendidos.

Mientras tanto, en el Concejo Deliberante se ha desatado una crítica cruzada entre los principales bloques que carece de lógica. Juntos por el Cambio comenzó a reunirse con los representantes de “Basta de ruido” para buscar algún tipo de solución, pero se declaran impotentes porque el oficialismo no acepta tratar los proyectos que han presentado.

Y desde Hacemos por Córdoba responden prometiendo un proyecto de propio, al mismo tiempo que se desligan del asunto porque, dicen, se generó cuando ellos eran oposición.

Más allá de que la contaminación sonora es un problema con una larga historia, el oficialismo no debiera comportarse como un recién llegado ni ampararse en la cláusula constitucional que le asegura la mayoría para bloquear el tratamiento de una iniciativa opositora. Los vecinos necesitan que entre todos les brinden una solución.

Opinión

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2022-05-26T07:00:00.0000000Z

2022-05-26T07:00:00.0000000Z

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La Voz del Interior