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El cruce que más se sueña en Qatar

Sebastián Roggero Enviado especial a Doha

Al Mundial le viene haciendo falta un choque de pesos pesado, uno de esos partidos de los que todo el planeta termine hablando.

Y ese anhelado choque de gigantes tiene la elección del pueblo, de la calle, de la gente. En Qatar, sólo hinchas de Países Bajos y Croacia, que son poquitos, no quieren que una de las semifinales sea un Argentina-Brasil. El duelo Lionel Messi versus Neymar llenaría otra vez el estadio Lusail, sede confirmada de ese posible choque (si la selección llega a la final del torneo, jugará esos partidos en el Lusail, el más grande del torneo y en el que ya perdió con Arabia Saudita y venció a México).

¿Y el Alemania-España de la primera fase no fue un choque de planetas? Sí y no. Lo fue en los “papeles”, pero no en la cancha ni en las tribunas. En ese cotejo de la segunda fecha del Grupo E, España venía de aplastar a Costa Rica con un 7-0. Alemania, de perder 1-2 insospechadamente contra Japón y necesitaba llevarse por delante por a los españoles para mantenerse con chances de clasificar a octavos de final. Y lo que pasó fue poquito. El tiki-tiki de los jóvenes españoles y la tibia reacción de una Alemania decadente no contagiaron ni un poco de entusiasmo en las tribunas del estadio Al Bayt. El choque de colosos pasó livianito.

¿Portugal-Uruguay? ¿Cristiano Ronaldo contra Luis Suárez? No estaba a la altura de la expectativa de un España-Alemania y encima su desarrollo tampoco fue despampanante. Portugal se impuso fácil 2-0. Ronaldo no hizo un gol y fue reemplazado. Suárez estuvo en el banco y, en los minutos en los que jugó, no pudo hacer reaccionar a su equipo.

El otro partido que todos querían era el Uruguay-Brasil en octavos de final. Uruguay estuvo a un gol de meterse en la siguiente fase. Le estaba ganando 2-0 a Ghana y, cuando estaba todo dado para seguir en Qatar, llegó un gol de Corea del Sur frente a Portugal y pasó lo que pasó.

En el cotejo de Brasil sobre Corea del Sur, un periodista uruguayo estuvo en la ubicación del lado de La Voz y no dejaba de lamentarse por ver tan escasa resistencia que el equipo asiático le estaba dando un Brasil que terminó bailando hasta con su entrenador, el siempre sobrio Tite. En la suposición futbolera, Uruguay hubiera generado molestias a Brasil.

Ahora sí, en cuartos de final, hay un partido de los que detienen al planeta fútbol: el que jugarán Francia e Inglaterra el sábado a las 16. El último campeón del mundo ante uno de los seleccionados más fuertes de Europa son un planazo. Incluso el ArgentinaPaíses Bajos de mañana está generando un delirio de la población local (la mayoría inmigrantes) para conseguir un ticket. Al que escuchan que se presenta como argentino, le piden una entrada. Así de grande es la expectativa.

Pero no tanto como la que genera el duelo ideal: el Brasil-Argentina que hasta los medios locales imaginan. La TV de Qatar tiene un programa que transmite más de 12 horas de programación sobre el torneo. Y, a lo TyC Sports, tienen móviles en todos los lugares turísticos de Doha. Y, en esa dinámica, la rutina de hablar con hinchas es recurrente. Y en esas interacciones, el partido Argentina-Brasil se impone por peso propio.

El periódico Qatar Tribune dedicó una página al asunto de la especulación de un Argentina-Brasil. Periodistas de ambos países que se cruzan en las salas de prensa, se hacen la broma con ese posible duelo que fue picantísimo en las últimas dos Copa América: en la de 2019, Brasil se impuso 2-0 en Belo Horizonte con polémica actuación del VAR; en 2020, Argentina festejó en la final con el gol de Ángel de María en el Maracaná.

Se sabe, esto es fútbol, y Países Bajos y Croacia no serán trámites para los grandes de Sudamérica. Aunque el anhelo está… un Argentina-Brasil es el partido soñado.

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2022-12-08T08:00:00.0000000Z

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