Un Mundial que impulsa estilos y descarta otros

El Mundial, que se juega cada cuatro años, suele ser un reflejo de los estilos de fútbol que vienen dominando las principales ligas del mundo. También una proyección para entrenadores que imponen modelos de juego que luego son adoptados por diferentes equipos.

En Qatar hay varias escuelas que confluyen y muchas de ellas fueron quedando obsoletas, olvidadas y hasta rechazadas. “El fútbol que le gusta a la gente” hoy en día es difícil de encontrar, sobre todo porque se habla de un torneo donde, de mínima, hay tres partidos para jugarse el todo por el todo. Y, después de eso, un mano a mano que te acerca cada vez más al sueño de ser campeón.

Según muestran las estadísticas, en Qatar se patea muy poco al arco, si lo comparamos con otros mundiales. Un promedio de 10 veces por encuentro, cuando en 2006 o 2010 ascendía a 14. El dato es que, más allá de que se patee menos, cada vez se lo hace desde más cerca.

Tras la eliminación de España, en octavos de final, y Alemania, en fase de grupos, se puso en tela de juicio el estilo de ambas escuelas, de mucha posesión, culto al pase y el control orientado. Otras, mucho más directas, como Francia o Inglaterra, cada vez se ponderan más.

En Argentina se resalta que en el ciclo de Lionel Scaloni volvimos a jugar “a la nuestra”. La selección es el segundo equipo con mayor tenencia de pelota promedio, 66 por ciento, detrás de España. En los dos primeros partidos, el arco fue casi un espectador más. Con Polonia y Australia, el equipo pudo transformar esa posesión en profundidad.

En este sentido, la Albiceleste es el único exponente en cuartos de final de ese juego de asociación con paciencia, con centrales capaces de dar un primer pase, con volantes de manejo y delanteros que no dan referencia.

El diferencial se llama Lionel Messi. Nadie tiene un Messi. Francia tiene a un Mbappé, quien marca su estilo al 100 por 100. Brasil tiene a Neymar, quien juega a otra cosa y a veces sirve más de nexo para los explosivos tres puntas que pone Tite. “La nuestra” fue muchas veces los nombres por sobre un sistema.

¿Podrá imponerse ese estilo? Países Bajos mantiene detalles de la escuela neerlandesa, pero armado de forma diferente. Van Gaal le imprime su estilo bien marcado y logra mantener su vigencia metiéndose entre los ocho mejores. Pero los europeos proponen el golpe por golpe, no tienen resquemores en defenderse y lo hacen apoyados

En el ciclo de Scaloni volvimos a jugar “a la nuestra”. Argentina es el segundo equipo con mayor tenencia de pelota.

en centrales de jerarquía. Además, hacen de la presión su mejor defensa.

Argentina parece que va por ese camino, por la búsqueda de Lionel Scaloni, pero ya demostró en la Copa América que la “adaptabilidad” es la mejor virtud de este equipo. Países Bajos será la primera prueba ante un “igual”, donde los estilos chocarán y sólo uno podrá imponerse.

Países Bajos mantiene detalles de la escuela neerlandesa, pero armado de forma diferente. Van Gaal le imprime su estilo.