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Doble crimen de las mujeres de Autódromo

Los tres jóvenes acusados fueron declarados inimputables por la Justicia.

Milton Copparoni mcopparoni@lavozdelinterior.com.ar

Los tres jóvenes detenidos por el doble crimen de las hermanas en barrio Autódromo, en el noroeste de la ciudad de Córdoba, fueron declarados inimputables.

La conclusión surge de una serie de peritajes interdisciplinarios realizados por expertos del Poder Judicial de Córdoba, al servicio del Ministerio Público Fiscal, a los jóvenes Ismael Castro (20) y Esteban Castro (24), y a una adolescente de 17 años familiar de ellos. Los tres jóvenes se encuentran acusados por los asesinatos de Esther Castro, de 41 años, y Sara Castro, de 39, quienes serían madre y tía de dos de ellos.

Las imputaciones eran por doble homicidio calificado.

Ambas mujeres fueron ultimadas a golpes. Sus cuerpos fueron hallados finalmente en octubre en el interior de un pozo de 60 metros construido en el patio de la casa.

Desde la Fiscalía de Violencia Familiar y Género N° 2, originalmente a cargo de Andrea Martin, pero circunstancialmente a cargo de Cristian Griffi, por licencia de la primera, se confirmó a La Voz los resultados de los peritajes psicológicos.

La inimputabilidad, según el artículo 34 del Código Penal de la Nación, indica que quien no haya podido en el momento del hecho, por insuficiencia de sus facultades o por alteraciones morbosas de las mismas, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones” no es imputable.

Esto quiere decir que no puede ser sometido a un proceso penal, ni juzgado, ni condenado.

Muchos menos, debe ir a un establecimiento carcelario.

Sin embargo, esto no indica que las personas vayan a ser liberadas.

Las personas inimputables deben ser recluidas en un centro de salud mental, reclusión que se extenderá hasta tanto haya un dictamen pericial que compruebe que ha desaparecido el peligro de que la persona se inflija un daño a sí mismo o a terceros.

La pericia fue parte de una serie de medidas de prueba ordenadas por la fiscalía. Otras medidas fueron la exhumación de los cuerpos, autopsias, estudios complementarios, rastrillajes del arma homicida, además de las pruebas psiquiátricas a los tres detenidos.

En principio, ambas mujeres fueron muertas a golpes y arrojadas dentro de un pozo.

Esquizofrenia

Tras el diagnóstico psiquiátrico, se espera que en los próximos días la causa sea girada al Juzgado de Control de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género N° 2, a cargo de Mariana Herce.

La jueza deberá revisar la prueba y, en caso de confirmarla, cerraría el caso con la confirmación de la inimputabilidad y consecuente sobreseimiento de los tres imputados.

Actualmente, los dos jóvenes se encuentran internados en un centro de salud psiquiátrica, cuya ubicación no fue precisada por la fiscalía.

En tanto, la adolescente se encuentra a disposición de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), para su tratamiento correspondiente.

“Son esquizofrénicos, no tienen noción de sus actos, no pueden haber controlado sus acciones, por lo que no podrían ser sometidos a un juicio”, indicó una fuente cercana a la investigación.

También trascendió que los jóvenes “vivían encerrados y sometidos a la servidumbre” por parte de las dos mujeres asesinadas y, probablemente, por Fernando Castro, el abuelo de la familia, quien había fallecido a

Internados. Los dos hermanos acusados están internados en un centro de salud mental, dependiente del Poder Judicial cordobés. La jovencita, en tanto, se encuentra bajo asistencia de la Senaf. Por ahora, siguen imputados por homicidio.

comienzos de año, según señalaron voceros consultados.

Horror en la casa familiar

Los dos hermanos y la prima habrían sido los responsables del doble crimen el sábado 1° de octubre pasado, en la vivienda familiar ubicada en Oscar Cabalén al 6800 de barrio Autódromo.

La vinculación entre los jóvenes no está del todo claro ya que, si bien ambos adultos eran hijos de una de las víctimas y sobrinos de la otra, no se determinó si el padre de ambos era su abuelo.

Según testimonios que se fueron recolectando en la causa, los jóvenes primero habrían intentado envenenar a las mujeres y posteriormente las habrían matado a golpes. No está confirmado ni desmentido si una de ellas recibió un disparo.

En las excavaciones en la casa se hallaron herramientas, pero ninguna arma de fuego.

Los cuerpos fueron arrojados en un viejo pozo de agua que había en el fondo de la vivienda que ocupaban desde hace más de 30 años.

El mismo día, por la tarde, luego de deshacerse de los cadáveres, los tres jóvenes, junto con otros menores integrantes de la familia, habrían tomado un remis hasta la zona de Cuesta Blanca, en Punilla.

Desde allí habrían emprendido una caminata, con bolsos y mochilas, a la vera de la ruta de las Altas Cumbres, con destino a Traslasierra.

Fue en ese trayecto donde una patrulla de la Policía Caminera, alertada por un automovilista, los controló y les consultó a dónde se dirigían caminando.

Ante la inconsistencia de la respuesta, se les hizo llamar a un familiar. Así fue que acudió un tío de ellos a buscarlos.

Ya de vuelta a Córdoba capital, según fuentes del caso, los jóvenes confesaron el doble crimen.

El tío se presentó a las pocas horas en la Jefatura de Policía para contar lo que le habían relatado sus sobrinos, quienes fueron inmediatamente

Arduo trabajo. Los cuerpos de las dos hermanas Castro fueron hallados en el interior de un profundo y angosto pozo ubicado en la parte posterior de la vivienda familiar. Para retirar los cuerpos, los bomberos realizaron un arduo trabajo.

detenidos.

En los días posteriores, se realizó un importante trabajo de búsqueda de los cuerpos de las mujeres en la vivienda familiar, los cuales se encontraban exactamente en el lugar donde los jóvenes habían indicado.

La extracción de los cadáveres no fue fácil, ya que el pozo era muy angosto y profundo.

Contexto de supuestos abusos

Con el avance de la causa, se fueron conociendo diferentes aspectos respecto a la vida y las relaciones de esta familia. Se supo que tenían una conducta religiosa muy ortodoxa y que habrían participado de una iglesia evangélica de la que Fernando Castro (el abuelo) habría sido expulsado hace un tiempo.

Familiares denunciaron historias de abusos supuestamente cometidos por este hombre en el círculo íntimo, lo que dio inicio a una investigación.

La familia habría viajado a Capital desde el norte cordobés hace varios años. La familia casi no tenía contacto con vecinos y sus miembros tenían prohibido salir de la vivienda.

El abuelo falleció y, en principio, sus restos fueron localizados en un cementerio parque.

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